El bazar más bullicioso de todos es Kabuki, una maraña de callejones ubicados cerca del antiguo Centro Médico, y cuyo nombre es un vestigio de sus antiguos orígenes japoneses. A pesar de que está superpoblado y en condiciones insalubres, Kabuki es un hervidero de artistas y una visita imprescindible para los cazadores de gangas de la ciudad. Por otra parte, en el Distrito Industrial Norte (DIN), los recién llegados con talento para la ingeniería o para la logística de suministros escriben los primeros capítulos de su «ascenso a la gloria» en los departamentos adyacentes a las fábricas en las que trabajan. Al caer la noche, se unen a otros esforzados trabajadores de Night City para saborear el crisol de culturas y gastronomía de Little China, excitar sus papilas gustativas con sus numerosos restaurantes, y quedar deslumbrados ante el brillo de neón de sus eclécticos escaparates.

En Heywood también podrán encontrar el ayuntamiento, una bulliciosa torre rodeada por la relajante superficie de un parque urbano. Mientras se admira su arquitectura, hay que mantener los ojos abiertos ante la presencia de miembros del Consejo que acuden a sus reuniones en el Centro Corporativo o, sencillamente, disfrutan de un paseo para saludar y conocer a sus votantes. Heywood también alberga el Reconciliation Park, que se construyó para conmemorar la limpieza y reconstrucción del Centro Corporativo, y marcó el comienzo de una nueva era de armonía empresarial. A pesar de los rumores que extienden los descontentos de siempre, no se construyó sobre un basural radiactivo que quedó tras la limpieza.

Incluso aquellos que no pueden permitirse pernoctar en el distrito dormitorio de Westbrook pasan las noches aquí, en Japantown, el centro de entretenimiento favorito de Night City. Cuando el sol se pone, las multitudes se amontonan en sus hoteles del amor, kyabakuras y clubes de compañía, cuyas luces saturan las calles de Japantown. Recomendamos en particular el Clouds, un club donde se puede encontrar lo que sea, desde una neurodanza hasta mucho más, atendiendo a todos los posibles deseos del buscador de placer.